jueves, 8 de febrero de 2018

Me Pateó La Burra


La primera impresión que recibimos a la hora de servirla es un color anaranjado con brillos rojizos, la misma genera una buena corona de espuma blanca algo aireada , la cual va perdiendo intensidad de forma gradual hasta quedar un mínimo hilo. Por su parte presenta un aroma similar al alcohol y a fruta madura. El sabor es fuerte, y de ahí viene el cambio de nombre de: me echó la burra por me pateó la burra, y es que el porcentaje de su graduación alcoholica es del 11%.  En un primer momento puede parecer dulce, pero en realidad genera una bocanada caliente, no tanto como una Oranjeboom, pero que recorre desde el paladar hasta la garganta, dejando secuelas si se la toma con prisa.  Analizando el gusto es moderado medio con tendencias a lo amargo, pero esa graduación de 11 vol de alcohol queda como marca final del retrogusto. Finalmente decir que la efervescencia parece justa y su cuerpo adecuando para su estilo.

La opinión es bastante similar a la de una Oranjeboom 12, a tal punto, que podrimas decir que es la mima cerveza con un chorrito de agua. 

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